A pesar de tanta información que tenemos a nuestro alcance hoy día
y todos los estudios que se están haciendo para saber más y más sobre los
alimentos y la importancia que estos tienen en nuestra alimentación para poder
controlar, mejorar o evitar enfermedades de carácter nutricional, a pesar de
todo esto… COMEMOS PEOR QUE NUNCA.
Está
demostrado que la única forma de conseguir un cambio de hábitos alimentarios
voluntarios y duraderos es cuando la persona tiene conocimientos para hacerlo.
¡Ningún alimento es malo, todo depende
de la cantidad en que lo tomamos!
Con
frecuencia fracasamos en el intento de reducir nuestro exceso de peso, y eso
ocurre porque no enfocamos el problema desde la perspectiva adecuada. Según
algunas estadísticas, el 95% de las personas que siguen una dieta fracasan a
los pocos meses.
La principal causa del fracaso de las
“dietas” es que no se modifican los hábitos alimentarios erróneos. Esto
ocasiona que al terminar la “dieta” se vuelva a los antiguos hábitos, bastante
arraigados para que sean tan fáciles de abandonar y es cuando se recupera el peso rápidamente.
Por otra parte, cuando nos
sometemos a una dieta baja en calorías,
el organismo tiende a retener líquidos, convertir más calorías en grasa, lo que
enlentece el metabolismo gastando menos energía para garantizar su propia
supervivencia, protegiéndonos “ahorrando” energía en forma de grasa, pero
ocasionando el tan temido efecto rebote. Si la pérdida de peso se produce
con excesiva rapidez, por haber reducido
drásticamente las calorías ingeridas además de que se genera un desequilibrio
nutricional que influye negativamente en la salud y por lo tanto en el
rendimiento personal, familiar y laboral, la pérdida de peso suele ser a
expensas de líquidos y de masa muscular en las primeras tres semanas y no de
grasa corporal. Pero también he de tener en cuenta que con la edad se gana peso,
porque a partir de la madurez la tendencia natural es perder masa muscular, por
la poca actividad, por cambios hormonales, etc., lo que ocasiona que el
metabolismo se haga más lento.
Mucha gente quiere cambiar sus hábitos, porque se están dando cuenta que
es necesario, pero a la vez no saben cómo, no tienen bastante fuerza de
voluntad, no confían en ellos mismos o por otros razones y factores, muchas veces ni siquiera se atreven a intentarlo. De
esta necesidad nació, ACTYVOS - Asesoría de
Educación Alimentaria y Nutricional www.actyvos.wordpress.com.
Gracias a nuestro exclusivo sistema de educación alimentaria y sin necesidad de
someterse a dietas estrictas y aburridas serán independientes y capaces de
elaborar su propio plan nutricional equilibrado y dejaran de ser dependientes
de dietas cerradas o víctimas de las “dietas milagro” y el efecto yo-yo.
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